Una hoja de cuaderno en blanco
salpicada de gotitas saladas,
un lápiz mina reducido por el sacapuntas
y mordido por la ansiedad.
El estómago lleno de palabras indecibles,
la garganta anudada en un lindo lazo,
un gato en sueños sobre la cama.
Silencios ruidosos
hablando con miedo.
Por eso -y algo más- escribí.
Monserrat Ovalle
me gusta cuando los poemas son ecritos de una manera sencilla pero conla belleza de la literatura casual, son fáciles de entender y aùn así tienen mucho que decir.
ResponderEliminarademás, los versos dejan ese gustito dulce donde se oculta la agonia del personaje de la historia. sencillamente. brilante.